martes, 13 de diciembre de 2011


A  LA VERA DEL CAMINO

El adolescente viajero en el tiempo percibe un espectro abismal que separan el quehacer educativo de los 80 con  las del nuevo milenio, y si bien es cierto hay, tan solo, veinte años que los separa, pareciera que hubiese transcurrido bastante tiempo…

Empecemos, el uniforme único, el plomo ”panza de burro” y el blanco , como acuñara Guido Díaz Rivera, un reconocido locutor y animador radial de la Arequipa de los 70 y 80  ”ya fue”, ahora el uniforme de los miguelinos es el azul marino y blanco, con una corbata azul que lleva las iniciales de la Institución MG en dorado; este cambio se asimilo con facilidad y entusiasmo entre el 2007 y el 2008, pero el otro, el de la forma y estilo de lograr el aprendizaje ,ese, todavía está en construcción  y no se comprende del todo bien y, “ahí estamos”, desde el 2000 hasta ahora…

Para cuando se promueve el nuevo uniforme, ya estaba en proceso,  la reestructuración de las formas de lograr los aprendizajes en los estudiantes, a partir del cambio de formas de trabajo de los docentes y alumnos,  y de un nuevo rol por parte de los padres de familia, acompasados por las rápidas modificaciones en el mundo de la tecnología. Hoy, la Escuela, el Colegio, no son más, o no debieran ser, centros transmisores de información, sino toda una central estimuladora de la inteligencia, donde los adolescentes no vienen solo  a aprender, sino a “aprender a aprender”, en otro romance, se trasladan a la Institución Educativa para desarrollar sus habilidades, estimular sus inteligencias, a construir conocimientos.

Los estudiantes, nuestros miguelinos adolescentes, construyen o debieran de construir,  conocimientos e información  a partir de la que ya existe, de lo que poseen, muestra de ello debieran ser, los “nuevos” cuentos, poemas, artículos y todo tipo de textos que construyen en el área de Comunicación o  el análisis de las obras literarias clásicas y de los puntos de vista de los líderes de opinión; hay hasta aquí sin embargo, un requisito insalvable, la crítica o la construcción de un  texto es solo posible si se posee una adecuada cultura y un manejo regular de las habilidades comunicativas, pero estas no se adquieren a partir de la repetición memorística de reglas sino, a partir de la elaboración misma de los textos, mediante la aplicación de los conocimientos adquiridos. En paralelo los profesores  se han convertido, o debieran ser,  agentes orientadores del aprendizaje de los alumnos, poseedores de  un amplio conocimiento de las características personales y académicas de sus alumnos, y a partir de ello, en promotores de la construcción de los conocimientos de sus alumnos mediante la aplicación de diversas  estrategias de aprendizaje atendiendo prolíficamente su diversidad . Y así como mencionamos, a manera de ejemplo, el Área de Comunicación, lo mismo, y dentro de sus propias características, ocurre o  debe de ocurrir con las demás Áreas Curriculares.

Y como podríamos identificar que tanto hemos cambiado y cuanto de esto funciona en nuestra Institución Educativa, tal vez trasladando a nuestro adolescente viajero a los dos tiempos, y que él nos diga en cual aprendió más… para el futuro. 

Lic. Wilfredo Luis Carbajal Turp

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