LA NUEVA MISIÓN DEL DOCENTE
“La Escuela, como centro
transmisor de informaciones no se justifica ya. Al fin y al cabo, ese centro
puede y debe ser sustituido por otros, menos fatigosos, menos onerosos y sobre
todo más eficientes. La figura de niño, o incluso del adolescente, que va a una
escuela para recopilar informaciones es tan anticuada y patética como la del
individuo que necesita levantarse para cambiar el canal de TV. No obstante, esa
“antigüedad” es curiosa. Hace pocos años era inimaginable para una persona
ignorante en electrónica el control
remoto del televisor, como lo era, para muchas familias, la idea de la escuela
con otra función. Pero esos valores fueron superados, y hoy día igual que el
canal se cambia desde el propio sillón tampoco se concibe una escuela como agencia
de informaciones. Para ese fin existe la propia TV con sus múltiples medios,
Internet, los libros, los CD-ROM, etc. Pensar en la escuela con ese propósito
significa propugnar su final”.
La función
de la escuela, sin embargo, se renueva con estudios y descubrimientos sobre el
comportamiento del cerebro y, en ese contexto, la nueva escuela es la que asume
la función de “central estimuladora de la inteligencia” Si el niño ya no
necesita ir a la escuela simplemente para aprender, necesita de la escolaridad
para “aprender a aprender”, para desarrollo sus habilidades y estimular sus
inteligencias. El profesor no pierde su lugar en ese nuevo concepto de escuela.
Por el contrario, transforma su profesión en la más importante de todas, por su
misión estimulante de la inteligencia y agente orientador de la felicidad. Han
perdido su lugar, eso es verdad, la escuela y, por tanto, los profesores que
sean simples agentes transmisores de informaciones.
INTELIGENCIAS
MULTIPLES
Colección para
educadores
Narcea S.A. de
Ediciones
Madrid, España
2000